Protección fitosanitaria
En su resolución demanda mayores esfuerzos para desarrollar e implementar plenamente sistemas de gestión integrada de protección fitosanitaria, apoyando la investigación de alternativas no químicas y de medidas de bajo riesgo, así como de plaguicidas más respetuosos con el medio ambiente.
Y así, pide a la Comisión que presenta una “hoja de ruta” para aumentar la sostenibilidad de los sistemas de gestión de plagas, que debería incluir servicios de asesoría, y a promover la adopción de nuevas técnicas, garantizando el acceso de las pymes del sector de la mejora vegetal a los materiales biológicos.
El ponente reconoce que existe un gran potencial para gestionar mejor el riesgo y considera que los actuales instrumentos de gestión de riesgos y gestión de mercados están poco desarrollados, “situación que podría dar lugar a una pérdida de productividad a corto plazo y de innovación a largo plazo”. Por eso, pide a la Comisión que investigue e informe sobre la posibilidad de estimular los regímenes de seguros privados, que cubran adversidades climáticas, enfermedades animales o vegetales, infestaciones por plagas o incidentes medioambientales.
La Comisión debería garantizar también que los procedimientos de participación en las oportunidades que ofrece la Asociación Europea para la Innovación (EIP-Agri) a la investigación aplicada en el sector agrícola y la innovación participativa en la que intervienen las comunidades de profesionales rurales, sea lo más sencillos posible.
En este contexto, demanda una evaluación de los mecanismos de cofinanciación de la AEI-EIP-Agri y otras políticas públicas europeas para incentivar una investigación más eficaz que atienda en mayor medida a las necesidades del mercado y de desarrollo de prácticas agronómicas y agroecológicas sostenibles, pero también que responda a las necesidades empresariales y socioeconómicas, creando grupos temáticos transfronterizos y ofreciendo mayores posibilidades de participación a las empresas.
En el informe se pide a la CE una intervención más activa, elaborando una agenda explícita de innovación e investigación asociadas a los programas Horizonte 2020, y que presente una estrategia global más ambiciosa con resultados cuantificables, a fin de ajustar y orientar la I+D+i a las prioridades de las políticas, y que la PAC proporciones más flexibilidad en la utilización de nuevas técnicas y prácticas, sin que ello se traduzca en un aumento de las cargas administrativas.
Soluciones tecnológicas
Anthea McIntyre, la ponente británica del segundo informe aprobado por el Parlamento Europeo, explicó que la innovación y la tecnología ofrecen posibilidades muy amplias a todas las explotaciones agrícolas y ganaderas. “No se trata, añadió” sólo de un tipo de agricultura o de agricultura a gran escala, sino que tenemos que garantizar que todos nuestros agricultores saquen partido de la innovación tecnológica”.
El informe de McIntyre se centra en la innovación tecnológica como una respuesta esencial al resto que supone incrementar la productividad agrícola de manera sostenible. En el mismo se determinan varios ámbitos en los que la investigación debe fomentarse y apoyarse: la agricultura de precisión, los macrodatos y la informática, la diversidad genética, la gestión de los suelos, el agua y los nutrientes, la reproducción de precisión, los productos fitosanitarios, el desarrollo de competencias y transferencia de conocimientos, las prioridades de investigación y financiación
La eurodiputada británica señaló que la selección y mejora vegetal ya ha ahorrado una superficie de la extensión de Letonia y podemos producir más con menos tierra, de manera que no destruyamos toda la biodiversidad que queremos conservar en nuestro planeta”.
Para McIntyre, es importante la gestión del agua, mejorando las técnicas de cultivo para que haga falta menos agua y también examinar la precisión de las técnicas de riego”.
Mayor cooperación
La resolución aprobada propone el fomento de la cooperación entre los científicos y los agricultores y hace hincapié en la necesidad de garantizar una adecuada transferencia de conocimientos hacia los usuarios finales. En este sentido, afirmó que “desearía que los agricultores se implicaran en crear cosas, en beneficiarse de la tecnología; y que también se muestren la dirección a seguir e identifiquen los problemas que sufren. No es una cuestión que se limite a los laboratorios”, añadió.
Demanda también de la Comisión Europea que adopte medidas para que el marco regulador de la Unión sea más favorable a la innovación e insta al Ejecutivo comunitario a velar por que la investigación ofrezca soluciones rentables que también sean aplicables a los productores de pequeña escala y en zonas rurales remotas, y a que las granjas y los métodos tradicionales puedan coexistir con los que son punteras en relación con la tecnología.
La ponente considera que muchas técnicas recibirían una mejor acogida si se conocieran un poco mejor, en referencia a los miedos que suscita la aplicación de la tecnología a la agricultura. Y por ello, indicó que “hace falta un debate mucho más amplio y prepararse para contemplar las técnicas disponibles y ver cómo se puede sacarles partido, teniendo en cuenta tanto los riesgos, como las ventajas potenciales”.