Manel González. Periodista
El último informe de mercado publicado por el International Grains Council (IGC), el pasado 28 de mayo, nos ofrece una visión optimista de la producción mundial de cereal para la campaña 2015-2016. La misma tendencia se refleja en las estimaciones para nuestro país de la Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España (Accoe) en cuanto al mercado de cereales de invierno.
Según datos de la IGC, “pese a la incertidumbre bursátil respecto a las cosechas potenciales en algunas regiones” –alusión a los Estados Unidos y Canadá-, las perspectivas internacionales no pueden ser más prometedoras. La producción global de cereales alcanzará esta campaña los 1968 millones de toneladas, 21 millones más que en las previsiones realizadas el mes pasado. Curiosamente, se trata de un 2% menos del total registrado el año pasado, pero el dato sigue siendo enormemente positivo al asumir que el record de la campaña anterior es difícilmente superable.
Las favorables condiciones meteorológicas a nivel global y el aumento de la producción en la Unión Europea, los países del Este, Brasil, China y el norte de África han sido los factores impulsores de los buenos números registrados.
El consumo también se incrementará, estima el Consejo Internacional de Cereales, y absorberá la mitad de ese aumento de la producción, destinada sobre todo a piensos. Así mismo, los cálculos respecto a las existencias remanentes se sitúan en los 426 millones de toneladas, descendiendo así con respecto a la cifra registrada la campaña anterior. La previsión para el comercio mundial de cereales ha crecido 2 millones de toneladas hasta alcanzar las 308, una cantidad “ligeramente inferior” a la del pasado ejercicio.
Por cultivos, está previsto que la producción mundial de arroz alcance la cifra record de 482 millones de toneladas. También se espera que el consumo alcance su máximo histórico, con 489 millones de toneladas, 5 más que en la campaña anterior. En cuanto al comercio, es posible que en 2016 los números sean solo ligeramente inferiores a los de este año, debido fundamentalmente a la creciente demanda de los mercados asiático y africano.
Con respecto a la imponente cifra de la pasada campaña (320 millones de toneladas), la producción mundial de soja experimentará un ligero descenso hasta los 316 millones. “No obstante”, aclara el IGC en su informe, “y dado que el aumento previsto de la oferta total superará el incremento del consumo, es previsible que las existencias remanentes mundiales experimenten un aumento interanual del 9% para situarse en un máximo de 52 millones de toneladas, con un incremento de más del 20% en los exportadores principales, y sobre todo en Estados Unidos”. El comercio lo marcará la demanda china, pero se espera que crezca un 4%, situándose de nuevo en el tope histórico de 123 millones de toneladas.
Durante el mes de mayo, los precios de la exportación de cereales se han mantenido flojos. El IGC explica esta situación aludiendo a la presión “por la expectativa de una amplia oferta durante la próxima campaña”. El Índice de Cereales y Oleaginosas registró un descenso del 4% a lo largo del mes.
El International Grains Council también prevé una demanda sólida de cereales pienso, cuyo consumo será similar a la positiva cifra de la campaña anterior.
El cereal de invierno repunta en España
La producción española de cereales de invierno experimentará un aumento del 0,97% en 2015. Así, las cosechas alcanzarán en nuestro país los 14,9 millones de toneladas, atendiendo a los últimos cálculos emitidos por la Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas (Accoe).
Según los aforos de este organismo, este aumento se espera a pesar de la pronunciada caída de la cosecha de trigo blando, de más del 7% (5,2 millones de toneladas). En trigo duro, sin embargo, la producción aumentará un 16,6%, hasta las 920429 toneladas. La cebada, con un aumento del 4,1% (7,21 millones de toneladas) y la avena, con el 10% (739370 toneladas), también repuntan en nuestro país.
Por comunidades, llaman la atención los bajos números registrados en Castilla y León, la principal productora nacional, con más de un tercio del total de los cereales cosechados en España. En trigo blando, esta región obtendrá 2,5 millones de toneladas, un 8,5% menos que la campaña anterior. La caída en trigo duro es todavía más pronunciada: Castilla y León producirá 3158 toneladas, casi el 32% menos. En cebada, no obstante, la proyección con respecto al 2014 crece. Se cosecharán 2,3 millones de toneladas, un 4,8% más.