La exportación de productos agrarios y de la industria alimentaria es imparable. A pesar de los problemas derivados del cierre de las fronteras rusas a las exportaciones de productos frescos comunitarios, desde las carnes a las frutas y hortalizas; de las barreras ficticias en fronteras bajo razones de seguridad alimentaria o de sanidad animal que periódicamente implantan determinados terceros países; de la evolución de la relación euro-dólar o, finalmente, de las fronteras que tratan de establecer otros países comunitarios reclamando el consumo de productos nacionales frente a los de otros países de la misma Unión Europea, las ventas españolas en el exterior de productos bajo las competencias de Agricultura siguen aumentando hasta un volumen en 2015 de más de 44.000 millones de euros frente a los 25.000 de 2009, con una balanza positiva en unos 10.000 millones de euros.
“Estas cifras”, señala el director general de Sanidad de las Producciones Agrarias, Valentín Almansa, “han supuesto ya la toma en consideración del sector como unos de los más importantes en el conjunto de la actividad económica frente a lo que sucedía en el pasado”. Una cifra a la que ha contribuido la política decidida de Agricultura en apoyo a la exportación agroalimentaria con su plan de internacionalización de acuerdo con otros departamentos ministeriales, la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) y, fundamentalmente, gracias a la iniciativa de las propias industrias donde, junto a los grandes grupos, destaca el pelotón de pequeñas y medianas empresa con una clara apuesta desde la innovación y la diversidad en la oferta, a la búsqueda de nuevos mercados.
“Nuestro trabajo es lograr la apertura de nuevos mercados siempre que no existan compromisos o negociaciones comunitarias”.
De los datos sobre el comportamiento del sector agroalimentario de cara al exterior, además de su línea de crecimiento continuado durante la última década, se deberían señalar otros aspectos. Primero, que el grueso de las ventas corresponde a diez sectores. Segundo, que junto al peso tradicional de frutas y hortalizas, porcino, vino o aceite, se ha producido una sensible mejoría en las ventas de otros productos como lácteos, miel, huevos o aves. Tercero, que mientras unos sectores como frutas y hortalizas tienen una casi total dependencia de los mercados comunitarios, no sucede lo mismo con otros sectores incorporados más tarde a las exportaciones donde tiene un mayor protagonismo terceros.
Para Valentín Almansa, esa menor dependencia de unos mercados constituye un punto a favor ante posibles situaciones de crisis como la provocada por Rusia rusa o por otras circunstancias. Abrir mercados fuera de la UE no es una tarea fácil ni rápida, por lo que es imprescindible un trabajo continuado al margen de los resultados iniciales.
Según los datos elaborados por Agricultura, el volumen de las exportaciones totales en 2015 bajo el control del departamento ascendió a 44.065 millones de euros, de los que 32.868 correspondieron a ventas en el marco comunitario y 11.197, el 25,4%, a terceros países. De esa cifra, 24.659 millones correspondieron a las ventas de un total de 10 sectores donde destacan los casi 12.000 millones de frutas y verduras, 3.476 millones a los aceites, 2.761 millones a vinos, 4.083 millones a porcino, 803 millones a vacuno y 789 millones a lácteos. El peso al alza de las operaciones en terceros países se pone de manifiesto en sectores como el aceite de oliva, donde esos mercados supusieron el 40,5 de las ventas, el 38,8% en vinos, el 37% en huevos y miel, el 48% en ovino y caprino, el 28,6% en porcino, el 26% en vacuno, el 25,9% en aves y el 24,6% en lácteos.
Pero por el contrario, en el caso de las frutas, solamente significan el 8,5% y el 5,9% en hortalizas, lo que pone en evidencia la falta de mercados para unas producciones claves para el sector agrario español por fuerte significado en la Producción Final Agraria y en el volumen del empleo. Desde terceros países, las barreras más frecuentes a las importaciones se concretan en razones de sanidad vegetal o seguridad alimentaria, especialmente en frutas y hortalizas.
Si se consideran los datos de los últimos doce meses de febrero 2015 a la misma fecha en 2016, el volumen de las ventas de los diez subsectores más importantes se elevaron a los 25.008 millones de euros, con un incremento de 8% sobre el mismo periodo de un año antes, mejora que fue del 7% en las ventas al resto de los países comunitarios y del 14% en terceros países. En estas ventas fuera de la UE destaca el fuerte incremento de los huevos, un 94%, por la apertura puntual del mercado norteamericano debido a la crisis sanitaria de su cabaña de ponedoras, un 70% en el vacuno por las ventas de animales vivos a países del norte de Africa y del 38% por el mismo motivo en las ventas de ovino y caprino.
De los sectores exportadores más importantes, en el caso de los productos vegetales, el aceite de oliva batió hace tres campañas el récord de ventas en el exterior, con 1,1 millones de toneladas para bajar a una media de más de 800.000 toneladas. Sus ventas están muy marcadas por el desarrollo de la cosecha y de la existencia o no de una oferta que marca al alza o a la baja los precios
Sucede algo parecido con el vino, donde España, también en base a precios bajos, es líder mundial en volumen de ventas con la cifra record de 24 millones de hectolitros y 21-700 millones, mientras en precios es claramente superada por Francia e Italia con menos ventas. En frutas y hortalizas, a pesar de los problemas de cierres de fronteras o mayores importaciones desde terceros países, se mantienen las ventas con el resto de la UE como el principal destinatario con el 90% de las mismas
En el caso de las producciones ganaderas, destacan los más de 4.000 millones de ventas en el sector del porcino, con 1,9 millones de toneladas, de los que 1.214 millones y 607.000 toneladas corresponden ya a terceros países. En la UE destacan las ventas de carne o derivados a Francia, con 349.000 toneladas, Italia con 156.000 y Portugal con 154.000, mientras en terceros países a la cabeza destacada se halla China con 233.000 toneladas, seguida de Japón con 89.000, Corea del Sur con 55.000 toneladas, Hong Kong con 50.000 y Filipinas con 42.000 toneladas. En animales vivos el comprador más importante es Portugal, con 117.000 toneladas. Agricultura quiere abrir los mercados de India y de Australia.
En vacuno, las ventas ascienden a 260.000 toneladas por valor de 795 millones de euros, de las que 179.000 toneladas se comercializan en el resto de la UE por valor de 588 millones y 80.000 toneladas en terceos países por valor de 207 millones. En el seno comunitario los principales compradores son Portugal, Francia Italia y Países Bajos. En las ventas a terceros países destacan las exportaciones de animales vivos a países como Libia y Líbano.
En ovino y caprino el volumen de ventas es de 81.000 toneladas por valor de 280 millones. En el resto de la UE se comercializan 40.000 toneladas por 145 millones y el resto, otras 40.000 toneladas en terceros países de de las que 35.000 toneladas son como animales vivos para los países del norte de Africa, especialmente a Libia.
Abrir más mercados y consolidarlos sigue siendo el reto.