Ricardo Migueláñez. @Rmiguelanez
España contaba con 361 figuras o nombres reconocidos de alimentos y bebidas con Calidad Diferenciada a 17 de noviembre pasado, el último el pasado 10 de noviembre, según recogió el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) a un producto de la panificación tradicional andaluza con Indicación Geográfica Protegida (IGP) “Mollete de Antequera”, así como con otros 19 productos que estaban transitoriamente en la sala de espera para su reconocimiento, tras la aceptación provisional por parte del Ministerio de Agricultura.
Nuestro país es uno de los que más productos agroalimentarios de calidad diferenciada tiene registrados por la Unión Europea, solo por detrás, aunque todavía bastante lejos de Italia, que cuenta con 870, y de Francia, con 745.
Todos estos productos de alimentación y bebidas tuvieron un valor estimado en origen de 7.300 millones de euros (algo más del 60% corresponde a bebidas y algo menos del 40% a los diferentes alimentos), según estima el Ministerio de Agricultura, mientras que su valor en destino consumidor, más complejo de calcular, multiplicaría por varias veces esa cifra.
A su elaboración y fabricación local, pegada a la tradición y al medio rural, se dedican alrededor de 315.000 agricultores y ganaderos, así como 8.600 industrias de transformación.
Destacar que la Unión Europea tiene el empeño de proteger y reforzar su sistema de indicaciones geográficas, incluyéndolo como una condición “sine qua non” en todos los acuerdos comerciales bilaterales o multilaterales que está firmando en los últimos años y que la CE tiene previsto presentar para dentro de un año una propuesta para revisar la normativa de Indicaciones Geográficas (IG), con el fin de incentivar aún más a los productores que participen en este sistema, flexibilizando y simplificando las solicitudes e intentando que se utilicen de la misma forma en todas las regiones europeas.
Todo esto en un ámbito de comercialización, en el que cobran más protagonismo que nunca, debido a la crisis de la pandemia de Covid-19, los mercados locales o de proximidad, así como las ventas directas “online” desde origen, que demandan por eso mismo mecanismos para una protección especial frente a la usurpación y el fraude.
Según declaró recientemente el comisario de Agricultura, Janusz Wojcioechowski, “es necesario que la Comisión desarrolle medidas estrictas contra la usurpación de los nombres de dominio en Internet y que se mejoren las informaciones sobre las características de los alimentos y bebidas con IG y, por tanto, su posicionamiento en los mercados.”
De hecho, la CE presentó una nueva base de datos (www.tmdn.org/giview/.), denominada Glview, desarrollada por la Oficina de la Propiedad Intelectual de la UE (EUIPO), en las que se recogen todas las IG protegidas en el seno de la Unión Europea y también información detallada sobre las IG no comunitarias protegidas en la UE por acuerdos bilaterales y multilaterales, así como sobre las IG comunitarias protegidas en países terceros. Una herramienta que, según Wojciechowski, “servirá para dar a conocer más las IG europeas y las IG protegidas por nuestros acuerdos internacionales y que se actualizará de forma continua con los datos registrados por la Comisión Europea.”
Un reciente estudio, publicado por la Comisión Europea, estima un valor de las ventas anuales en origen de los productos agroalimentarios protegidos por IG en 74.760 millones de euros, de los cuales una quinta parte ya procede de las exportaciones realizadas a países terceros extra-comunitarios, con una tendencia claramente en aumento.
Vinos con Denominación de Origen Protegida (DOPs)
Hasta mediados de noviembre, España contaba con un total de 97 figuras o nombres de vino con Denominación de Origen Protegida aprobados y registrados por la UE, así como de otros 7 que están en plena tramitación para su reconocimiento y protección comunitaria. De estos, 68 figuras o nombres están amparados por una D.O.; otros 2 cuentan con una protección mayor como D.O. calificada, 7 más son vinos de calidad con indicación geográfica y en la cumbre se encuentran 20 vinos de pago. Además, en la sala de reconocimiento de Bruselas se encuentran otros 7 de estos vinos de finca o terruño de máxima calidad, pendientes de ser reconocidos e incluidos en el registro comunitario (Larrainzar, Bolandin, Tarshis, Abadía de Retuerta, Urueña, Urbezo y Dehesa Peñalba). En total, 104 figuras o nombres de vinos bajo el amparo de una DOP en nuestro país.
De todos ellos, solo hay 3 que superan el ámbito geográfico de una autonomía. Son la D.O. Cava (Aragón, Cataluña, C. Valenciana, Extremadura, La Rioja, Navarra y País Vasco), la D.O. Jumilla (Castilla-La Mancha y Murcia), y la DOCa Rioja (La Rioja, Navarra y País Vasco). El resto no superan el territorio autonómico, provincial, comarcal o local.
De acuerdo a los últimos datos estadísticos del MAPA para la campaña 2018/19 (de 1 de agosto de 2018 a 31 de julio de 2019) y referidos a 91 figuras de calidad diferenciada amparada por una DOP, existían 569.560 hectáreas (-0,26% sobre campaña anterior), con 110.013 viticultores y 4.133 bodegas inscritas (3.425 embotelladoras y 708 no embotelladoras).
A nivel comercialización, el volumen enviado al mercado en la campaña 2018/19 fue de casi 11,21 millones de hectolitros, un 6,14% y 733.048 hl menos que en la anterior. De este volumen, un 59% del total y 6,58 Mhl (-5,82%) fue a atender la demanda interna y el 41% restante y casi 4,63 Mhl (-6,6%) a la exportación.
Por países de destino, Reino Unido ocupó el primer lugar, con un 17,3% del total y 801.840 hl, seguido de Alemania (15,3% y 708.171 hl), Estados Unidos (447.484 hl y 9,7%), Bélgica (6,6% y 303.343 hl); China (6,5% y 300.233 hl); Holanda (5,5% y 253.955 hl); Canadá (3,9% y 178.647 hl); Rusia (3,6% y 165.613 hl); Suiza (3,4% y 158.962 hl); Japón (3,4% y 155.956 hl), etcétera.
El stock en bodega de los vinos con DOP al final de la campaña (31 de julio de 2019) era de cerca de 21,5 Mhl, un 11,6% más en relación a la campaña anterior, con un incremento también de más del 22% del volumen de vino calificado. El vino tinto representó un 65,1% de las existencias almacenadas, seguido del vino espumoso (13,5%), vino blanco (9,8%), vino de licor (8,94%) y vino rosado (2,44%).
El valor económico de la comercialización total de los vinos DOP en origen supuso en la campaña 2018/19 unos 3.986 millones de euros, con la DOCa Rioja a la cabeza (24,8% del total facturado), seguido de Cava (18,4%), Ribera del Duero (7,2%), Rueda (5,4%) y Rias Baixas (4,3%).
Vinos con Indicación Geográfica Protegida (IGP)
En cuanto a los vinos españoles con Indicación Geográfica Protegida (IGP), denominados también Vinos de la Tierra, hasta mediados de noviembre había 42 figuras o nombres protegidos en la Unión Europea. De todos ellos, con los últimos datos de la campaña 2018/19, solo una IGP contaba con un ámbito supra-autonómico, Ribera de Queiles, que comprendía territorios de las CC.AA. de Aragón y Navarra.
La superficie total de los vinos amparados por una IGP fue de 163.607 hectáreas en la campaña 2018/19, de las cuales 90.502 hectáreas no figuraban inscritas en una DOP y otras 73.105 has sí lo estaban también. Un 46,3%y 75.703 has de esa superficie correspondía a la IGP Castilla y León; un 45,3% y 74.145 has a la IGP Castilla; un 5,8% y 9.420 has a la IGP Extremadura, un 0,8% y 1.295 has a la IGP Mallorca y el 1,9% y 3.044 has al resto de IGPs. El número de viticultores amparados se estimo en 10.935.
El número de bodegas implicadas era de 709 (598 embotelladoras y 111 que no lo eran), destacando la IGP Castilla, con 248 bodegas, IGP Castilla y León (197) e IGP Extremadura (75). La producción de vino con IGP obtenida en 2018/19, según los datos recibidos por el MAPA, fue de 4.966.039 hectolitros (88,8% y casi 4,28 Mhl en la IGP Castilla; 8,3% y 398.704 hl en la IGP Extremadura; 0,6% 28.503 hl en la IGP Cádiz; 0,6% y 28.437 hl, la IGP Mallorca, etc., así como 153.557 hl estimados, a falta de información de 2018/19, de la IGP Castilla y León.
En la campaña 2018/19 se comercializaron 7,18 Mhl (+201,88% sobre la campaña anterior), con casi 6,76 Mhl, un 94,1% del total, comercializado solo por la IGP Castilla; 168.500 hl (2,3%) por la IGP Castilla y León, y 137.150 hl (1,9%) por la IGP Extremadura. En conjunto, un 98,3% del volumen total, lo que da idea de la enorme concentración en estas tres CC.AA. productoras.
El comercio interior asumió un 70% de las ventas totales de vinos con IGP, con algo más de 5 Mhl aunque parte de ese volumen fue también en segundas ventas por intermediarios podría haber ido también a la exportación, que representó un 30% y casi 2,14 Mhl. Un 62,3% del total comercializado fue vino tinto; otro 34,2%, vino blanco y un 3,5% vino rosado.
Por países de destino, Alemania absorbió un 56,7% y 1,21 Mhl, seguido de Países Bajos (5,5% y 116.780 hl); Suiza (5,2% y 111.043 hl); Colombia (3,6% y 76.926 hl); Francia (3,1% y 66.527 hl); Estonia (2,8% y 60.203 hl; Rusia (2,8% y 59.342 hl); Dinamarca (2,8% Y 59.151 hl); China (2,4% y 51.130 hl); Reino Unido (2,3% y 48.563 hl), etcétera.
El valor económico estimado en origen (salida bodega) de los vinos IGP en la campaña 2018/19 fue de casi 525 millones de euros. La IGP Castilla habría absorbido un 77% del total, seguido de la IGP Castilla y León (9,6%) y la IGP Mallorca (4,5%). Un 60% de lo facturado correspondió a las ventas en el mercado exterior, con 315,86 millones, y el 40% restante a las del comercio interior, con cerca de 209 millones, según los datos recibidos por el MAPA.
Bebidas espirituosas con Indicación Geográfica (IGP)
Nuestro país tiene aprobadas y registradas por la Unión Europea un total de 19 bebidas espirituosas con Indicación Geográfica Protegida (IGP), entre brandis, aguardientes de orujo, de sidra, aromatizadas, anisadas, licores, pacharán, café, hierbas, ronmiel…etc., menos de un 8% de las que 242 reconocidas a nivel comunitario de las que 237 pertenecen a los Estados miembros, con Francia en cabeza, con 53, seguida de Italia (34) y Alemania (33).
Durante el pasado año se elaboraron 295 millones de litros de este tipo de bebidas, de los cuales el 40% se exportó, ocupando España el sexto lugar como país productor. De este volumen, unos 17,5 millones (5,9% del total) estuvieron amparados por una IGP, destacando por su peso económico el Brandy de Jerez (52,5% del total); el Pacharán navarro (19,4%) y las Hierbas de Mallorca (6,8%).
El número de industrias elaboradoras de bebidas espirituosas con IGP es de 245, aunque con mucha diferencia según IGP. Las IG “Aguardiente de Hierbas de Galicia”, cuenta con muchos operadores, pero de reducida dimensión, con una producción de 7.010 litros, mientras que la IG “Brandy de Jerez” tiene 25 industrias, con casi 9,2 millones de litros, seguid de Pacharán navarro, con 6 industrias y casi 3,4 millones de litros producidos.
La producción comercializada de las IGP de bebidas espirituosas fue de 17,6 millones de litros en 2019, frente a los 44,85 millones en 2009, con un descenso del 60,8% en la última década. El mercado interior representa el 59% de la comercialización total, con 10,3 millones de litros, con la IGP Pacharán Navarro liderando el volumen (32,7% del total), seguida de Brandy de Jerez (30%) y la IG Hierbas de Mallorca (8%), mientras que el mercado exterior supone el 41% restante, con 7,3 millones de litros, correspondiendo el 83,7% a la IG Brandy de Jerez, seguido del 5,3% a la IG Brandy del Penedés.
Un 70,9%, con 5,18 millones de litros, de bebidas espirituosas comercializados en el exterior se destinan a países terceros no europeos, sobre todo al continente asiático (33,4%) y gracias a la IG Brandy de Jerez (2,43 millones de litros), mientras que el 29,1% restante y 2,12 millones de litros se destina a otros países de la Unión Europea.
El valor económico estimado de las IGP de bebidas espirituosas es de 126 millones de euros, de los que el 54,72% (casi 69 millones de euros) es generado por la IG Brandy de Jerez, seguido de la IG Pacharán Navarro, con unos 20 millones, y la IG Hierbas de Mallorca, con casi 9 millones de euros. Un 50% del total se generó en el comercio interior, con 62,44 millones de euros y 48,21 millones en la exportación.