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El consumo mundial de vino se resintió en 2022

Ricardo Migueláñez. @Rmiguelanez

La coyuntura vitivinícola internacional se vio afectada durante el pasado año por la situación económica general, destacando factores como las crecientes tensiones inflacionistas, la invasión y la guerra de Rusia en Ucrania, que derivó en un desmesurado incremento de los costes de producción energéticos y de materias primas y, a su vez, en una crisis de suministros y en problemas de logística comercial.

Todo ello, según la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) en su análisis anual, elevó los precios del vino, en un contexto bastante estable de superficie y producción, y tuvo como consecuencia un descenso, no demasiado pronunciado, de los volúmenes de comercialización y consumo de vino durante el pasado año.

Como recalcó en la presentación del informe el director general de esta organización intergubernamental, Pau Roca, “afrontamos una situación inédita, con dificultades en el comercio y un incremento de los precios. Tenemos que adaptarnos a esta nueva situación que parece que podría continuar en los próximos años.”

La inflación provocó el pasado año, por ejemplo, un incremento del 30% del precio de las botellas de vidrio y de las etiquetas; un 20% de los corchos y del alambre que cierra los vinos espumosos y un 45% de las cajas de cartón, afectando a su demanda.

El incremento del precio unitario de cada botella fue bastante superior al recorte del volumen comercializado, dando lugar a un incremento del valor del vino, que alcanzó una cifra de récord no alcanzada hasta ahora de 37.600 millones de euros, un 9% más que en el año 2021.

Después de las fuertes restricciones del comercio mundial de vino en 2020, año central de la pandemia de Covid,  y la importante recuperación en 2021, podría pensarse que la tendencia al alza iba a continuar. La guerra de Ucrania, a finales de febrero del pasado año trastocó, sin embargo, todas las previsiones y afectó al volumen comercializado globalmente, que bajó un 5%, hasta los 107 millones de hectolitros, pero en cambio no al valor, al aumentar un 15% el precio medio unitario del vino exportado.

Italia continúo durante el pasado año siendo el mayor exportador mundial de vino, con 21,9 millones de hectolitros (-1%), relevando en ese primer puesto a España, con unos 21,2 millones (-10%) y Francia, con 14 millones (-5%). Entre los grandes países productores, sólo los oceánicos, Australia (6,4 millones de hectolitros, un 1% más) y Nueva Zelanda (3 millones, un 4% más) lograron elevar sus volúmenes de ventas al exterior.

En valor, Francia continuó a la cabeza, con una factura exportadoras de 12.300 millones de hectolitros (+11%), casi un tercio del total mundial, seguido por Italia, con 7.800 millones (+10%) y España, ya lejos, con cerca de 3.000 millones (+3%).

El considerable incremento de los precios medios de venta hizo, como hemos señalado, que el consumo se resintiera ligeramente un 1% y en torno a 2 millones de hectolitros, menos para quedar en 232 millones, un volumen un millón de hectolitros mejor que el de 2021.

China, en descenso

China ha sido uno de los países clave en esta disminución, ya que ha venido perdiendo una media de 2 millones de hectolitros al año desde 2018, una tendencia que se acentuó con la pandemia de Covid en 2020 y por las restricciones a la circulación de personas y mercancías en los años siguientes en un intento de atajar radicalmente su expansión.

La OIV estima que el consumo en el gigante asiático podría haber descendido un 16% en el pasado año, hasta 8,8 millones de hectolitros, muy lejos del primer país consumidor, Estados Unidos, con 34 millones, un 15% del total mundial, con un aumento del 2,8% en el pasado año, alejándose de Francia, en segundo lugar, con un 11% del total y unos 25,3 millones (+1,5%) y de Italia, con 23 millones, un 10%, pero con una disminución del 5% respecto a 2021.

España quedó en 2022 en séptimo lugar, justo por detrás de Rusia (10,8 millones de hectolitros estimados un 3,3% más) y por delante de China, con unos 10,3 millones, un 4% del total y un ligero descenso del 0,1%, que parece tener continuidad durante el presente año.

Consumo de vino

En el pasado año, hubo 200 países consumidores de vino en todo el mundo y que los cinco primeros  (Estados Unidos, Francia, Italia, Alemania y Reino Unido) acapararon la mitad de todo el consumo mundial y que los diez primeros (además de los citados, Rusia, España, China, Argentina y Portugal) representaron más de 2 terceras partes del consumo global.

Los países de la Unión Europea, con 111 millones de hectolitros consumidos de vino en 2022, redujeron su ingesta un 2% durante el pasado año, y representaron un 48% del consumo mundial.

Un 46% del vino que se consumió a nivel mundial fue “importado”, lo que es demostrativo del carácter global de esta bebida.

Del volumen comercializado por tipología de vino, los embotellados redujeron su volumen un 4%, pero elevaron su valor un 7% respecto a 2021; los espumosos, como el champán, el cava o el prosseco, aumentaron sus ventas un 5% en volumen y un 18% en valor; los envasados en Bag-in-box redujeron un 4% su volumen y elevaron un 6% su valor y, por último, los vinos a granel (España aún sigue vendiendo más de la mitad de todo lo que exporta) bajaron un 7% el volumen y aumentaron un 5% su valor.

Estados Unidos fue el principal importador de vino en volumen, con 14,4 millones de hectolitros, aumentando un 3%, mientras que Alemania, con 13,4 millones, bajó un 9% y Reino Unido, con 13 millones, redujo sus compras un 2%. Entre los principales países importadores de vino, solo Francia (+4% y 6,1 millones en cuarto lugar) y Rusia (+5% y 3,9 millones, en séptimo lugar) aumentaron sus importaciones.

En valor, Estados Unidos ocupó en primer lugar, con 7.000 millones de euros facturados en sus compras, con un aumento del 17%, seguido de Reino Unido, con 4,800 millones (+22%) y Alemania, con 2.700 millones (-4%). Entre los principales importadores, China fue el único que bajó su factura importadora, hasta apenas 1.400 millones, ocupando el séptimo lugar.

Producción mundial

Durante el pasado año, la producción mundial de vino, sin mostos/zumos de uva, volvió a reducirse ligeramente en un 1% y en 3 millones de hectolitros en relación a 2021, quedando en 258 millones, lo mismo que en el año anterior.

En un contexto generalizado de sequía en el Sur de Europa y en otras regiones del mundo, la producción se quedó en 258 millones de hectolitros, con Italia al frente, con 49,8 millones (-1% Y 400.000 hl menos), un 19,3% del total global, seguido de Francia, que se recuperó de la floja cosecha de 2021, creciendo un 21% y en 8 millones (17,7%), y España, en tercer lugar, con 35,7 millones, con un ligero aumento del 1% y de unos 200.000 hl, un 13,8% del total.

Durante el pasado año, destacaron los descensos de la producción en varios de los principales países del Hemisferio Sur, siendo del 14% en los vinos australianos, del 7% de los chilenos, del 8% de los argentinos; del 6% de los sudafricanos.

En China, la OIV estima un  fuerte descenso del 29%, hasta apenas 4,2 millones de hectolitros y en Estados Unidos la sequía hizo bajar su producción un 7%, hasta 22,4 millones (8,7% del total mundial), mientras que se recuperó la producción neozelandesa en un 44%, hasta 3,8 millones y la de Suiza, en un 63%, alcanzando el millón de hectolitros.

La producción mundial de vino, que se vio afectada en Europa por la sequía y las olas de calor de la primavera-verano, se situó por cuarto año consecutivo ligeramente por debajo de la media de los últimos 20 años.

En el pasado año, hubo 85 productores de vino en el mundo y los tres primeros (Italia, Francia y España) concentraron más de la mitad de la producción mundial. Los ocho primeros (además de los citados, Estados Unidos, Australia, Chile, Argentina y Sudáfrica) representaron el 78% de toda la producción. La UE produjo 161 millones de hectolitros, con un aumento del 4% sobre 2021, debido sobre todo a Francia, lo que supone un 62% de toda la producción mundial.

Superficie estable

Por último, la superficie total de viñedo (uvas de mesa, para vinificación y pasas) se mantuvo más o menos estable, con un sesgo ligeramente bajista del 0,4%, que se mantiene desde 2017, con descensos en España del 0,8%, que continúa liderando esta masa vegetal, con el 13,1% del total y 955.000 hectáreas, seguido de Francia (+0,8% y 812.000 ha, un 11,2%) y China, con 785.000 ha, con un 10,8% del total.

La superficie de viñedo se redujo también en Argentina (-1,9%),  hasta 207.000 hectáreas; Portugal (-0,5%), hasta 193.000 ha; Estados Unidos (-0,8%), hasta 390.000 ha, o Sudáfrica (-1,2%), hasta 124.000 hectáreas.

Por el contrario, se mantuvo estable en China, con 785.000 hectáreas; Italia, en 718.000 ha, o Chile, en 196.000 ha, subiendo en Francia, como se ha señalado; la India (+2%), con 170.000 ha; Rusia (+1,4%), con 99.000 ha, o Brasil (+0,8%), hasta 81.000 hectárea.

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