Fundación Global Nature desarrolla un ambicioso proyecto junto al sector agrario para abordar las barreras existentes frente al cambio climático, con un objetivo concreto: conseguir que los agricultores implementen por iniciativa propia medidas eficaces que hagan sus cultivos resilientes frente al cambio climático. Y para ello, los acompañará en un camino conjunto.
“Hablamos de que junto al productor entendamos que existen medidas específicas y eficaces que hacen los cultivos más resilientes al cambio climático; y, por tanto, más rentables”, explica uno de los técnicos de Global Nature, Jordi Domingo. “Para ello, vamos a conocer los elementos que están bloqueando la puesta en marcha de esas medidas de adaptación junto a quienes han de conocer su utilidad e implantarlas”, añade.
El trabajo denominado “AgriAdapt, participación social para la adaptación al cambio climático en el sector agrario”, arrancó a finales del año 2023 y finalizará en la primavera de 2025. Cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través de la Convocatoria de subvenciones para la realización de proyectos que contribuyan a implementar el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (2021-2030).
“A veces, las barreras que encontremos serán aspectos técnicos, en otros casos serán limitaciones económicas, o quizás de tipo psicológico. Pero en cada contexto agroclimático, dichas barreras serán diferentes y tenemos que entender todo esto para trasladar las prácticas de adaptación al sector y para hacer aflorar las que ya existen”, afirma Domingo.
Para conseguir este propósito, Global Nature celebrará talleres con agricultores y técnicos en diferentes provincias y en diferentes cultivos. Además, en estos territorios se hará una diagnosis completa del riesgo climático. El objetivo final es que las conclusiones alcanzadas en cada territorio se pongan en manos de estructuras agrarias multiplicadoras, como asociaciones y agrupaciones de cooperativas, para poner a disposición los resultados de toda la comunidad agraria.
A pie de campo
El proyecto AgriAdapt de Global Nature trabaja a pie de campo. “Para que el trabajo sea de utilidad para el sector, queremos trabajar conjuntamente con agricultores de manera que quieran y puedan pasar a la acción en la adaptación al cambio climático”. Por ello, la evaluación de impactos y riesgos, así como el co-diseño y la implantación de medidas frente el cambio climático junto a los agricultores, se realizará ad hoc para cuatro cultivos estratégicos (cereal, viñedos, olivos y frutos secos), en tres territorios concretos (Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Navarra).
El resultado de este trabajo implicará acciones de transferencia, tanto manuales técnicos como prácticos, e incluirá tanto la metodología de uso de las herramientas de análisis de riesgos e impactos, como el proceso de implicación del sector agrario. El proyecto desarrollará, de hecho, jornadas de formación online por cultivo, tanto en los territorios de trabajo como en otras zonas geográficas.
La tecnología, clave
La línea de trabajo no es nueva para la entidad. Global Nature avanza así en su lucha por permitir mejorar el conocimiento sobre los riesgos y la adaptación del sector agrario frente al cambio climático. Su labor arrancó con el LIFE AgriAdapt, iniciativa internacional apoyada por este instrumento financiero de la Comisión Europea, que finalizó en 2020 y que dio lugar a AgriAdapt Webtool, la primera solución tecnológica que resultó muy eficaz en su planteamiento. Desde entonces, Fundación Global Nature, junto a la Iniciativa Copernicus -la iniciativa de la Unión Europea para la Observación de la Tierra-, ha trabajado en su desarrollo, pasando por el “Explorador de indicadores agroclimáticos para Europa de 1979 a 2100” que finalmente ha dado como resultado CANARI, parte clave de este proyecto.
Esta herramienta ofrece más de un centenar de Indicadores Agroclimáticos (IAC) que cubren las necesidades de las diferentes tipologías de cultivo o sectores agrarios, clave para este nuevo proyecto. Con ella, se ha logrado una mayor resolución geográfica (0,11º, cuadrículas de 11 km de lado), cubriendo todo Europa (excepto las islas atlánticas) y manteniendo un alto rigor científico.