Uno de los peores escenarios que puede haber en los cultivos de frutales es que exista una helada primaveral cuando los árboles florecen o cuando inician la fase del cuajado del fruto. Esto mismo es lo que sucedió entre el 3 y el 5 de abril de 2022 en el Valle del Ebro, cuando las temperaturas llegaron hasta -6 ºC durante la madrugada, junto a unas condiciones de humedad relativa baja.
Los expertos del IRTA han estudiado los sistemas que se utilizaron el pasado año y plantean diversas recomendaciones para conseguir la máxima eficacia en caso de que se presente un nuevo episodio de helada primaveral. El especialista del programa de Fruticultura Miquel Peris explica que «hay diferentes medios para hacerle frente a las heladas y cada uno tiene varios aspectos a considerar, por eso debemos seguir estudiando los sistemas más efectivos y explorar la posibilidad de combinar algunos». Un aspecto fundamental es estar muy pendiente de las previsiones meteorológicas para saber cuándo hay más riesgo de helada.
En términos generales se puede hablar de “heladas blancas” cuando existe una elevada humedad en el ambiente que hace que con el descenso de las temperaturas el vapor de agua se condense primero en forma de rocío y en forma de escarcha si se reduce por debajo de la temperatura de congelación, lo que da el color blanco característico de los cristales de hielo sobre las superficies. Se llaman también “heladas de radiación” y son las más frecuentes en la región mediterránea. Por otra parte, las “heladas negras” suceden cuando la humedad relativa es baja, hay viento y el descenso de la temperatura es muy brusco. Las llaman así porque cuando se dan no se produce rocío ni escarcha. Éstas son las más peligrosas y las más difíciles de contrarrestar.
En cualquier caso, el punto de partida para que la defensa contra las heladas sea un éxito es tener buena medida de la temperatura. Por eso, es imprescindible disponer de termómetros, tanto secos como húmedos, en buen estado, calibrados y con una escala de lectura correcta. En condiciones de helada negra, la temperatura del termómetro húmedo es inferior y por eso es ésta la que hay que tomar como referencia para poner los sistemas de defensa en funcionamiento, especialmente aquellos que utilizan agua.
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