La industria cárnica es el cuarto sector industrial de nuestro país y está conformado por 3.000 pequeñas y medianas empresas. Es, con mucho, líder de la industria española de alimentos y bebidas, representando una cifra de negocio de 22.168 millones de euros, el 21,6% de todo el sector alimentario español. ¿Cómo logra organizarse un tejido tan vasto? Nos lo cuenta en esta entrevista el secretario de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España, Miguel Huerta.
Pregunta.- ¿Cómo se estructura la representación de la industria cárnica en España?
Respuesta.- A nivel nacional, Anice representa al conjunto de la industria cárnica española. Somos la asociación nacional y referente de la industria cárnica, tanto por nuestra dimensión, con más de 600 empresas asociadas, como por nuestra implantación geográfica, ya que estamos presentes en todas las comunidades autónomas, y por el volumen de producción de nuestros asociados, quienes facturan casi 18.000 millones de euros, es decir, el 80% de la facturación de la industria cárnica.
P.- El sector cárnico es un sector dinámico que requiere organizaciones activas que lo representen. ¿Qué papel juega Anice en este sentido?
R.- Anice ejerce una doble labor. Por una parte, la representación y defensa de los intereses de la industria cárnica ante las distintas administraciones públicas, instituciones y otras entidades y organizaciones.
El segundo gran campo de acción es el asesoramiento y apoyo al asociado, dando respuesta a las consultas e cuestiones que nos plantean a la Asociación, asesorándoles en los temas estratégicos para su actividad.
Para tomar el pulso el sector y permitir el liderazgo de las empresas, la Asociación tiene constituidos distintos grupos de trabajo sectoriales, tanto de representación empresarial como grupos técnicos especializados, que estructuran la representatividad de los diferentes colectivos, sectores, dimensiones, orientaciones de negocio, etc., identificando en todos ellos líneas de trabajo y objetivos a conseguir.
Igualmente canalizamos todas aquellas cuestiones de carácter horizontal que afectan a nuestro sector a través de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), en la que Anice es el único representante de la industria cárnica española.
P.- ¿Y cómo se defienden los intereses del sector a nivel europeo?
R.- Anice tiene una intensa actividad internacional como representante de la industria cárnica española en las organizaciones europeas que integran a las demás organizaciones cárnicas nacionales de los países.
Con ellas trabajamos intensamente en sus órganos de gobiernos y en los distintos grupos de trabajo, donde se abordan las distintas cuestiones que afectan al sector a nivel europeo, en algunos de los cuales mantenemos una posición de liderazgo.
Consideramos muy valioso el encuentro con otras organizaciones hermanas en los distintos estados miembro de la Unión Europea, con los que intercambiamos puntos de vista y se enriquece enormemente la visión del conjunto del sector en Europa, permitiéndonos anticipar tendencias o retos que tendremos que enfrentar como sector en un futuro próximo, trabajando de forma coordinada para la defensa de la industria cárnica española y europea ante los organismos comunitarios e internacionales.
P.- ¿Cómo se ve el futuro de la industria cárnica?
R.- Por naturaleza somos optimistas, ya que hemos demostrado la capacidad de nuestras empresas para adaptarse y competir, generando riqueza en los distintos territorios y ayudando a fijar la población en los mismos.
Es de destacar que la industria cárnica es el primer empleador, con mucha diferencia, de la industria alimentaria, con casi 100.000 empleos directos.
No obstante, hay que avanzar en algunos aspectos estratégicos como son la innovación, apuesta por la calidad e internacionalización, sin olvidar las cuestiones de imagen del sector que va a ser trascendentes en el futuro.
En todos estos aspectos, nuestra Asociación tiene una posición de liderazgo habiendo logrado, por ejemplo, la aprobación de dos grupos operativos dirigidos a investigar importantes cuestiones de la industria cárnica. Igualmente, hemos elaborado la propuesta de reformulación de la industria cárnica 2017-2020, un plan pionero al que se han adherido las empresas líderes del sector, y cuyos compromisos con la sociedad serán presentados en breve junto a los de otros sectores alimentarios.
Hemos apostado también por la calidad, desarrollando un plan de autocontrol en línea con el compromiso que ha planteado el Ministerio de Agricultura, y vamos a seguir trabando y profundizando en esa línea.
En internacionalización, donde Anice realiza una significativa labor de asesoramiento y gestión para la resolución de obstáculos al comercio y apoyo a la actividad exterior de nuestras empresas, hemos creado un departamento especializado y estamos impulsando también proyectos estratégicos, como es Meat Attraction, un gran foro de negocio específico para la industria cárnica española, a través de la cual queremos favorecer la internacionalización y potenciar la imagen y comunicar los valores de nuestra industria.
Finalmente, en relación con la defensa de la imagen y el papel fundamental de las carnes y sus derivados en una alimentación completa y saludable, hemos trabajado muy intensamente, en colaboración con las organizaciones interprofesionales, ante los retos que tenemos planteados, siendo impulsores decididos de todas las acciones.
En este sentido, uno de los objetivos esenciales de la Asociación es contribuir a lograr una industria cárnica enfocada hacia la responsabilidad social, sustentada en una cultura empresarial de sostenibilidad, innovación, seguridad alimentaria y calidad, para adaptarse a las demandas de la sociedad, con empresas en equilibrio con los demás eslabones de la cadena y alineadas con el bienestar animal, con los más altos estándares de seguridad alimentaria, con la salud de los consumidores y el respeto al medio ambiente.
En definitiva, posicionando la innovación y la calidad como seña de identidad de nuestro sector, alineando con las tendencias de salud y disfrute que nos demanda el consumidor, a cuya satisfacción orientamos toda nuestra actividad.
De nuestra capacidad para responder a estos retos va a depender de gran medida que podamos seguir siendo el sector líder de la alimentación.