Este proyecto carece de 27.400 millones en el presupuesto de la Política Agrícola Común. La propuesta, de ser aceptada por los Estados miembros y el Parlamento Europeo, reduciría el presupuesto de la PAC en un 7,2% en los próximos 7 años y supondría una disminución del 11,2% en 2027. El impacto en los pagos directos a los que el recorte presupuestario se vería afectado sería considerable, con un déficit para los agricultores del 10% durante el periodo y, alrededor del 15% en 2027.
Al final, la PAC representaría sólo el 30,4% del presupuesto europeo.
La Comisión ha decidido no aumentar el alcance global del presupuesto comunitario limitando el esfuerzo requerido a los Estados miembros al 1,08% del Producto Interior Bruto. Por otro lado, el recorte propuesto para la PAC es mucho más severo que el anunciado por el comisario de Presupuestos, Günter Oettinger, durante diversas intervenciones.
En un contexto político y económico incierto, donde casi todos los sectores agrícolas están en crisis, esta propuesta resulta muy preocupante para el futuro de las industrias europeas y la sostenibilidad económica de muchas explotaciones en toda la Unión Europea.
Según las indicaciones de Farm Europe teniendo en cuenta la participación de los pagos directos en los ingresos agrícolas finales, la propuesta de presupuesto de la Comisión tendría un impacto inmediato con una caída del 8,15% en los ingresos de los agricultores europeos en 2027, sin cambiar los parámetros de la PAC actual. El descenso alcanzaría el 26,4% en Dinamarca y el 13% en la República Checa, países en los que la parte de los pagos directos es la mayor. En Alemania y Francia, los ingresos agrícolas caerían alrededor del 6,5% en la política agrícola constante y alrededor del 3,5% en Italia y España.
La ecuación propuesta por la Comisión Europea cuestiona profundamente la capacidad del sector agrícola europeo para satisfacer las crecientes expectativas sociales. Si bien el establecimiento de jóvenes agricultores es una prioridad, las directrices propuestas conducirían a una aceleración de la reestructuración del sector agrícola, especialmente en los sectores de la leche, los cultivos extensivos y la carne de vaca. Esto llevaría a una expansión de las granjas y una búsqueda de intensificación.
En el contexto del aumento de las demandas sociales y la necesidad de invertir para asegurar la transición de los sistemas agronómicos hacia modelos más resilientes tanto económica como ambientalmente, el declive previsto por la Comisión parece insostenible.
En un momento en que algunos Estados miembros podrían verse tentados a encontrar medidas directas o indirectas para compensar la caída del presupuesto europeo provocado por el Brexit, más que nunca, la Unión Europea debería establecer una política genuinamente común, a nivel europeo, que permita impulsar la competitividad de las granjas europeas, su capacidad de inversión y transformación, evitando cualquier distorsión de la competencia.
En otras cifras, la Comisión propone una reducción de 16.000 millones de euros para el 2º pilar de la PAC durante el periodo, lo que significa que las pérdidas totales para el presupuesto de la PAC alcanzarán un 11,2 por ciento entre 2021 y 2027 (en términos anuales un 16% menos en 2027 con una tasa de inflación del 2%).
Si la agricultura se separara del resto de la economía y solo se viese afectada por la mitad de la tasa de inflación, el recorte se calcularía en 5,69 % para el 1ª pilar y del 15,6% para el 2ª pilar. En total, la disminución del presupuesto de la PAC se calcularía en un 8,59% (con solo una tasa de inflación del 1,1%, pero del 2% para las contribuciones de los Estados miembros).