Tras el Brexit, el estado británico pagará durante unos cinco años el pago de subvenciones a los agricultores, ahora pagados por la UE hasta que se establezca un nuevo sistema nacional, según asegura el ministro británico de agricultura, Michael Gove.
Actualmente, los agricultores británicos reciben casi 3.000 millones de libras esterlinas (3.340 millones de euros) al año en el marco de la Política Agrícola Común (PAC), según las cifras de la NFU, y se distribuye principalmente en función de la superficie cultivada por cada agricultor. El ministro criticó la PAC como "injusta, ineficaz y perversa" en un discurso pronunciado en Oxford. Sin embargo, garantizó que el gobierno británico continuaría pagando subsidios "durante varios años" para "dar a los agricultores tiempo para cambiar su modelo económico, ayudarles a hacer las inversiones necesarias y prepararse para el futuro".
Londres quiere establecer un período transitorio, cuyas condiciones deben negociarse con Bruselas. El ministerio de agricultura ha confirmado que la ayuda se mantendrá "durante unos cinco años" después de Brexit, es decir, hasta 2024. Se comprometió a mantener el importe global de las subvenciones, pero tenía previsto revisar las modalidades de asignación. En particular, podría limitar la cantidad que los agricultores pueden recibir.
Michael Gove anunció que el futuro sistema de apoyo al agricultor, actualmente en desarrollo por su ministerio, reflejará mejor los esfuerzos para preservar el medio ambiente, la biodiversidad o la calidad del agua. "Diseñaremos un nuevo programa, accesible a casi todos los operadores y terratenientes que quieran mejorar su entorno natural, proporcionar nuevos hábitats para la vida silvestre o preservar la flora silvestre", dijo. Indicó también que el uso de tecnologías innovadoras o la apertura de las explotaciones agrícolas al público podría ser uno de los criterios para calcular las futuras subvenciones.