La evolución de la renta agraria en la comunidad autónoma de La Rioja continúa siendo positiva por noveno año consecutivo, aunque 2017 arroja datos muy desiguales en los distintos sectores agrícola y ganadero como consecuencia de las adversidades meteorológicas ocurridas, que han coincidido además, en el caso de la fruta, con unas complicadas circunstancias de mercado por el exceso de oferta y un acusado descenso de los precios.
Según una primera estimación que recoge el informe de coyuntura agraria que elabora el Servicio de Estadística y Registros Agrarios de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, los agricultores y ganaderos riojanos obtuvieron el año pasado una renta de 449 millones de euros, lo que representa un incremento del 2,5% respecto a los datos estimados en el avance de 2016.
La sequía y las heladas de primavera fueron especialmente perjudiciales para los cultivos de cereales y viñedo, que redujeron en un 30% y 25% respectivamente sus producciones. Los precios percibidos por los productos vegetales se han mantenido en general, con la excepción positiva del sector vitivinícola, donde se incrementaron en un 30% en la uva y hasta un 50% en el vino por esa escasez de producción, o de la aceituna (un 9%). Por el contrario, se produjo un comportamiento negativo de la fruta de hueso, con un hundimiento de las cotizaciones que no ha sido tan significativo en la fruta de pepita.
En cuanto al sector ganadero, disminuyó el número de vacas de carne, ovejas y cabras, mientras que la ganadería intensiva incrementó todas sus producciones menos en el subsector cunícola, donde la cabaña se ha reducido en un 17%. Si analizamos los precios de los productos cárnicos procedentes de la ganadería intensiva, subieron tanto en porcino como en las aves.