El sector español de vacuno de carne ha tenido una evolución alcista en el censo de animales durante el pasado año, enlazando con el cambio de tendencia que se viene experimentando ya desde el año 2013. Según los últimos datos de las Encuestas Ganaderas del Ministerio de Agricultura, el número total de cabezas se elevaba a 6.233.855, casi un 7% más que a finales de 2014 y un 3,2% en el tramo interanual, respecto a la encuesta realizada en mayo/junio.
Todas las categorías de animales contribuyeron en mayor o menor medida a este aumento, salvo en el caso de las vacas lecheras, cuyo censo se mantuvo estable en torno a las 854.000 cabezas, de las cuales 369.116 se encontraban en Galicia; 96.656 en Castilla y León; 74.313 en Cataluña, y 73.842 cabezas en el Principado de Asturias.
Del número total de animales censados, casi 2,28 millones correspondieron a bovinos de menos de un año (+3,4% sobre mayo/junio de 2014); otras 897.000 (+12,8%) a bovinos de entre 1 y 2 años; otros 3,058 millones a bovinos de más de 2 años, y 2,685 millones a vacas, de las que 1,825 millones eras no lecheras (nodrizas, de desvieje para carne, etc.).
Si bien el censo de animales ha evolucionado en estos últimos años de manera positiva, quizás por la garantía de complementariedad de rentas de los pagos directos de la PAC (sobre todo por las ayudas acopladas al mantenimiento de vacas nodrizas en la explotación y al cebo) y por una evolución bastante aceptable del mercado exterior, no ha sucedido lo mismo con el número de explotaciones de bovino de carne que, al igual que en otros sectores agrícolas o ganaderos, han seguido con su goteo a la baja. A falta de conocer los datos de cierre de 2015, el sector contaba con 153.713 instalaciones dadas de alta a principios del pasado año, con una pérdida de 1.800 granjas respecto a un año antes. Sigue, por tanto, el proceso de concentración, con explotaciones ganaderas con cada vez mayor número de efectivos.
Este descenso se repartió entre todos los sistemas productivos, salvo en las explotaciones de recría de novillas. Del número total, 22.758 eran granjas de cebo o cebaderos, un 1% y 240 menos; otras 21.979, granjas productoras de leche, un 3,8% y 878 menos (aunque según los últimos datos del Magrama, las que entregaban leche hasta noviembre de 2015 bajaban ya de las 17.000); unas 86.938 explotaciones de producción de carne o mixta, un 0,3% y 288 menos; otras 7.231, granjas de reproducción mixta, un 9,5% y 762 menos; otras 26 explotaciones de precebo bovino, un 8,3% y dos más, y 416, granjas de recría de novillas, casi un 17% y 60 granjas más que un año antes.
Sacrificios y producción de carne
En cuanto a la producción de carne de vacuno, en 2015, y tras encadenar tres años de reducción, se recuperaron los niveles de principios de la década actual, siendo uno de los sectores ganaderos con mayor aumento. De acuerdo a los últimos datos del Ministerio de Agricultura, el número de animales bovinos sacrificados en mataderos entre enero y noviembre de 2015 en relación a ese mismo periodo de un año antes aumentó un 8,24%, hasta 2.144.668 cabezas (el año 2014 cerró con 2.180.607 de animales), y una media mensual de 194.970 animales. En ese mismo periodo, la producción cárnica resultante alcanzó las 578.315 toneladas, un 10,07% más que en el año anterior, con una media mensual de 52.574 toneladas.
Mercado exterior
El mercado exterior, como ha sucedido en otros sectores productivos, ha sido clave para la recuperación de la producción interna de ganado y carne de vacuno, a pesar del cierre de fronteras por el veto comercial ruso. Tras varios años (2012, 2013 y 2014), en los que las exportaciones de cabezas de ganado hacia terceros países estuvieron descendiendo, en 2015 se han visto incrementadas un 130% en volumen, pasando de 9.919 tn equivalentes de peso canal a 23.300 tm (datos de enero a agosto), y un 60% en valor, con 140 millones de euros, y con una cobertura del 103%, lo que supone que España se convirtió en el pasado año en exportadora neta.
Se ha pasado de exportar a 44 países en 2014 a hacerlo en 60 países durante 2015, destacando Líbano, Libia, Argelia, Marruecos, Egipto, Venezuela y, en menor medida, Andorra, Japón y Turquía (donde la UE ha colocado ya alrededor de 50.000 tm), indicativo de que en los mercados extracomunitarios quedaba y queda mucho por hacer aún en este sector, aprovechando los huecos que pueden dejar los grandes países exportadores, como Brasil, Australia, Estados Unidos e India.
Según los últimos datos del CEXGAN (Comercio Exterior Ganadero), del Magrama, las exportaciones de animales vivos vacunos a países terceros en el periodo enero-octubre de 2015, se elevaron a 104.879, con un aumento del 83% en relación al mismo periodo del año anterior (57.443 animales), mientas que las exportaciones carne y productos cárnicos de bovino alcanzaron las 17.880 toneladas, con un alza del 42% respecto a 2014 (12.580 t).
En conjunto (UE-Terceros países) y a falta de conocer el cierre de 2015, las exportaciones de carne de vacuno se incrementaron más del 30% entre enero y agosto del pasado año, hasta 106.471 toneladas, con avances en las ventas a Portugal del 14% (40.398 tm); Italia, del 50% (17.811 tm), Francia, del 6% (16.150 tm), mientras que en terceros países, Argelia ha doblado su volumen, hasta 4.127 tm en ese periodo; o Marruecos, un 17% más (1.214 tm), países que aún prefieren importar ganado vivo que puedan sacrificar en destino por el rito Halal. Como asignatura pendiente están los mercados asiáticos, como China-Hong Kong, donde sería necesario aglutinar la oferta para elevar la presencia y pese a lo cual se exportaron en torno a las 1.500 toneladas.
Las previsiones que se manejan para el presente año 2016 en los mercados terceros son buenas para el sector español de bovino de carne, más en la exportación de animales vivos, que en productos cárnicos, ante una demanda que se mantiene firme y una oferta bastante contenida. Esto hace que los precios, en términos generales y según categorías, se mantengan estables, con ligeros repuntes o descensos coyunturales, a pesar de que el consumo interno de este tipo de carne ha continuado a la baja, aunque de forma mucho más atenuada que en años anteriores, del orden del 3-3,5% tanto en volumen, como en valor, sustituyéndose como consecuencia de la crisis económica –y también por cierto cambio de hábitos alimenticios- por otras carnes mucho más asequible en precio como la de porcino y aves.